Éxito Noticias, 10 de octubre 2024.- La Policía de Tarija se disculpó públicamente tras la detención preventiva de un sargento identificado como Adalid Vargas, principal sospechoso de un atraco a un librecambista en el que se robaron 28,2 millones de pesos argentinos. El comandante departamental, general Gregorio Illanes, junto a otros altos mandos, reconoció el delito y pidió disculpas a la sociedad tarijeña, asegurando que se investigará con firmeza para aclarar lo sucedido.
Según la versión oficial, el librecambista fue interceptado en la calle Guatemala por un vehículo Nissan, del cual descendió Vargas vestido con uniforme policial, botas, chaleco y placa oficial. Durante el forcejeo, logró arrebatar la mochila con el dinero y la lanzó a sus cómplices, quienes huyeron. El sargento fue reducido por la víctima y el taxista, quienes lo entregaron a las autoridades, mientras los demás implicados escaparon con el botín.
Illanes aseguró que, hasta el momento, se busca a cuatro personas más que estarían involucradas. El coronel José Luis Zenteno, de la fuerza anticrimen, explicó que el sargento abandonó su puesto de seguridad en Morros Blancos para cometer el crimen. Durante la presentación del acusado ante la prensa, Vargas implicó a los coroneles Illanes y Edson Fernández, acusándolos de conocer el paradero de la mochila robada. Esta declaración fue grabada y difundida en redes sociales, generando mayor controversia.
Illanes negó las acusaciones y confirmó que Vargas tiene antecedentes disciplinarios, incluidos tres procesos por faltas como la pérdida de armamento y desobediencia a órdenes superiores. En respuesta a estos antecedentes y a la gravedad del caso, el comandante anunció que pedirá la baja definitiva del sargento y aseguró que continuará con los operativos para dar con los otros responsables.
Por otro lado, familiares del librecambista iniciaron una huelga de hambre en las oficinas de la fuerza anticrimen, exigiendo justicia y alegando que podría haber encubrimiento por parte de otros oficiales de mayor rango. Consideran que el sargento Vargas podría estar siendo presionado para guardar silencio sobre la participación de otros policías en el atraco.
