Éxito Noticias, 11 de septiembre 2024.- En una conferencia de prensa realizada este martes, representantes de la Amazonía boliviana en el departamento de Beni hicieron un urgente llamado al Gobierno nacional y a la Gobernación, denunciando el abandono de la región en medio de una grave crisis de incendios forestales que ha devastado miles de hectáreas. La situación ha puesto en peligro no solo el ecosistema, sino también la subsistencia de decenas de comunidades locales.
“Venimos a presentar nuestro sentimiento sobre lo que está aconteciendo en nuestra Amazonía, especialmente en la provincia Vacadiez y los otros municipios”, manifestaron los voceros, quienes describieron la alarmante destrucción de los bosques en la región.
Según los representantes, los incendios están provocando una “decadencia” en la Amazonía boliviana, una situación que, consideran que debería ser una preocupación mundial “si dicen que somos el pulmón del mundo”.
Los voceros expresaron un fuerte descontento por la aparente falta de respuesta por parte de las autoridades. “Parece que nuestro gobierno se ha olvidado de nuestra región, por eso hemos venido”, afirmaron. Aunque reconocieron la ayuda de varias organizaciones no gubernamentales, enfatizaron que el apoyo gubernamental ha sido nulo, a pesar de la magnitud de los incendios. “Nosotros hemos sufrido incendios de gran magnitud y estamos acá para que el Gobierno nos pueda ayudar”, insistieron.
Las comunidades de Riberalta ya han agotado su presupuesto y se han declarado zona de desastre. Según los representantes, el fuego no solo ha destruido el bosque, sino también la producción agrícola de la zona, generando una crisis que se profundizará en los próximos meses. “La Amazonía se está quemando, ya agotamos presupuesto en Riberalta. Hay familias que han perdido producción y hay muchas afecciones respiratorias”, detallaron.
Entre los productos más afectados están la castaña, el acaí y diversas frutas, fundamentales para la economía local. “Después de esto, ¿cómo vamos a encarar la crisis?”, cuestionaron, señalando la preocupación por la falta de alimentos y los efectos devastadores en la seguridad alimentaria de las comunidades afectadas.
En total, 41 comunidades han sido afectadas por los incendios y las sequías, lo que también ha ocasionado la muerte de animales y una grave escasez de agua para las familias locales. “Los animales están sufriendo, las familias porque no hay agua”, concluyeron, enfatizando la necesidad urgente de asistencia.