Éxito Noticias, 3 de junio 2025.- Una jornada de tensión se vive este martes en Sucre, donde el transporte sindicalizado, trabajadores universitarios y estudiantes protagonizan una serie de protestas por el desabastecimiento de combustibles, el alza de precios en la canasta familiar y la escasez de dólares. La medida, que contempla cerca de 80 puntos de bloqueo, se extenderá por 24 horas.
El sector del transporte denunció que la situación se ha vuelto insostenible ya que choferes deben esperar hasta cinco días para cargar diésel, lo que ha reducido drásticamente sus ingresos. De acuerdo con Roger Carvajal, dirigente del Sindicato de Micros San Cristóbal, muchos trabajadores solo lograron operar 15 días durante mayo. Algunos micros, dijo, se detienen en media ruta tras quedarse sin combustible y deben ser remolcados.
Desde el Sindicato de Micros Sucre, Marcos Velarde alertó que el 70% de sus vehículos están parados. “Trabajar dos días a la semana no alcanza para alimentar a nuestras familias”, declaró citado por Correo del Sur.
El dirigente departamental Marco Huaranca aclaró que la protesta no tiene un trasfondo político, sino que responde al deterioro de las condiciones de vida. Advirtió que, de no recibir respuestas del Gobierno central, podrían asumir nuevas medidas de presión.
La movilización también se extiende a las provincias, aunque los detalles aún no fueron precisados. Mientras tanto, las autoridades educativas de Chuquisaca dispusieron media hora de tolerancia para el ingreso escolar matutino.
A la jornada de este martes se suma una marcha convocada por la comunidad universitaria de la Universidad San Francisco Xavier, que partirá a las 14:00 desde la plazuela El Reloj. La Federación Universitaria Local solicitó la suspensión de clases para facilitar la participación de estudiantes y trabajadores, quienes exigen al Gobierno acciones frente a la crisis.
Por su parte, la Federación Única de Trabajadores de Pueblos Originarios de Chuquisaca (Futpoch) anunció una marcha “multitudinaria” para este miércoles, exigiendo soluciones estructurales. Su dirigente, Julián Romero, afirmó que la movilización será apartidaria y tendrá como punto de partida la plazuela Tréveris.
Romero explicó que la crisis afecta especialmente a las familias más vulnerables y rechazó cualquier intento de politizar la marcha, que, según advirtió, no admitirá la presencia de figuras partidarias.