Éxito Noticias, 6 de junio 2025.- El exministro de Gobierno Arturo Murillo saldrá de prisión el próximo 21 de junio tras beneficiarse con una reducción de su condena por buena conducta. Sin embargo, su futuro legal aún es incierto. Según el abogado Thomas Becker, existe el riesgo de que el exfuncionario no sea deportado a Bolivia, sino incluso enviado a un tercer país, como El Salvador, si el Gobierno nacional no coordina acciones con Estados Unidos.
En una entrevista con radio Éxito, Becker explicó que, una vez liberado, Murillo no quedará en libertad inmediata, sino que será trasladado a un centro de detención migratoria. Allí se definirá si es devuelto a su país de origen, permanece en territorio estadounidense o es enviado a otra nación.
“Él va a salir el 21 de este mes, pero lo más probable es que entre a un centro de detención de migrantes para decidir si lo van a mandar a Bolivia, si se queda en Estados Unidos o si va a un tercer país”, sostuvo el abogado.
Becker recordó que, si bien las normas migratorias en EE.UU. establecen la deportación al país de origen tras una condena por delitos graves como soborno o lavado de dinero, existen antecedentes preocupantes. “Con el gobierno de Trump que ha sido muy diferente, él ha mandado migrantes a varios países, especialmente a El Salvador. Históricamente no pasa esto, pero con Trump todo es posible, entonces hay la posibilidad”, advirtió.
Murillo fue condenado por su implicación en un esquema de corrupción durante el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, en el que se favoreció a una empresa en la compra de gases lacrimógenos, a cambio de sobornos. Su sentencia original era de cinco años y diez meses, pero el tiempo ya cumplido y su buena conducta redujeron su estadía en prisión.
El abogado estadounidense insistió en que Bolivia debe actuar con urgencia. “Lo más importante es que el Gobierno de Bolivia tiene que colaborar con el Gobierno de Estados Unidos para la extradición, o por lo menos la deportación, a fin de monitorear dónde va. (…) Él puede viajar con Avianca a La Paz y pasar por Bogotá, y escapar. Se tiene que coordinar para que llegue a Bolivia y no pueda huir”, enfatizó.
Además, Becker no descartó que Murillo haya solicitado asilo político, lo que podría prolongar su permanencia en el centro migratorio por hasta dos meses. “No sabemos con exactitud, solo podemos especular”, dijo.
Finalmente, el jurista remarcó que el exministro debe ser procesado en territorio boliviano no solo por los delitos de corrupción, sino también por su presunta responsabilidad en los hecho violentos ocurridos en Senkata y Sacaba en 2019. “El pueblo boliviano tiene derecho a someterlo a un juicio para conseguir justicia”, concluyó.