More
    InicioMUNDOLa caída de Bashar al-Asad: El fin de una era en Siria

    La caída de Bashar al-Asad: El fin de una era en Siria

    Éxito Noticias, 9 de diciembre 2024.- Los sirios despertaron el lunes con un futuro esperanzador aunque incierto, después de que los rebeldes tomaron la capital, Damasco, y el presidente Bashar al-Asad huyó a Rusia, poniendo fin a una guerra civil de 13 años y a más de 50 años de gobierno brutal de su familia.

    El avance relámpago de una alianza de milicias encabezada por Hayat al-Tahrir al-Sham (HTS), antigua rama de Al Qaeda, marcó uno de los mayores puntos de inflexión para Oriente Próximo en generaciones. La caída de Asad acabó con un bastión desde el que Irán y Rusia ejercían influencia en todo el mundo árabe.

    Moscú dio asilo a Asad y a su familia, informaron los medios rusos y Mijaíl Uliánov, embajador de Rusia ante organizaciones internacionales en Viena, dijo el domingo en su canal de Telegram.

    Los gobiernos internacionales acogieron con satisfacción el fin del gobierno autocrático de los Asad, mientras trataban de hacer balance de un Oriente Próximo con nuevas perspectivas.

    El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó que Siria se encuentra en un periodo de riesgo e incertidumbre y que es la primera vez en años que ni Rusia, ni Irán ni la organización miliciana Hezbolá tienen un papel influyente allí.

    Estados Unidos, Turquía y Naciones Unidas siguen considerando a HTS un grupo terrorista, aunque lleva años intentando suavizar su imagen para tranquilizar a los gobiernos internacionales y a los grupos minoritarios dentro de Siria.

    El derrocamiento de Asad limita la capacidad de Irán para distribuir armas a sus aliados y podría costarle a Rusia su base naval en el Mediterráneo. También podría permitir que millones de refugiados dispersos desde hace más de una década en campos repartidos por Turquía, Líbano y Jordania regresen por fin a sus hogares.

    Ahora a reconstruir

    Los rebeldes se enfrentan a la monumental tarea de reconstruir y dirigir un país tras una guerra que dejó cientos de miles de muertos, ciudades reducidas a polvo y una economía golpeada por las sanciones mundiales. Siria necesitará miles de millones de dólares en ayuda.

    “Una nueva historia, hermanos míos, se está escribiendo en toda la región tras esta gran victoria”, dijo Ahmed al-Sharaa, más conocido como Abu Mohamed al-Golani, jefe del HTS.

    Dirigiéndose a una enorme multitud el domingo en la Mezquita de los Omeyas de Damasco, un lugar de enorme significado religioso, Golani dijo que con trabajo duro Siria sería “un faro para la nación islámica”.

    Golani es musulmán suní, mayoritario en Siria, pero el país alberga un amplio abanico de sectas religiosas, entre ellas cristianos y alauitas, afines a Asad, una rama del islam chií.

    El primer ministro de Asad, Mohamed Jalali, dijo a Sky News Arabia que estaría dispuesto a reunirse con Golani y que estaba dispuesto a facilitar documentos y ayuda para el traspaso de poderes. Dijo que no tenía respuesta sobre el destino del ejército sirio.

    “Es una cuestión que se deja a los hermanos que se harán cargo de la gestión de los asuntos del país, lo que nos preocupa hoy es la continuación de los servicios para los sirios”, dijo.

    El Estado policial de Asad era conocido como uno de los más duros de Oriente Próximo, con cientos de miles de presos políticos recluidos en condiciones espeluznantes.

    El domingo, reclusos eufóricos, pero en muchos casos confusos, salieron de las cárceles. Familias reunidas lloraban de alegría. Se filmó a presos recién liberados corriendo por las calles de Damasco con las manos en alto para mostrar cuántos años llevaban en prisión.

    La organización de rescate Cascos Blancos dijo que había enviado equipos de emergencia para buscar celdas subterráneas ocultas en las que aún se cree que hay detenidos.

    Tras el toque de queda declarado por los rebeldes, Damasco amaneció el lunes en calma, con los comercios cerrados y las calles de la ciudad prácticamente vacías.

    La mayoría de las personas vistas eran rebeldes, vestidos con uniforme de faena y portando armas, mientras que muchos automóviles tenían matrículas de la provincia noroccidental de Idlib, donde se lanzó la ofensiva rebelde hace 12 días.

    Firdus Omar, de Jisr Shoghour, en Idlib, formaba parte de un grupo de combatientes subidos a un tanque en la céntrica plaza de Umawiyeen. Ahora estaba deseando dejar las armas y volver a su trabajo de agricultor.

    “Teníamos un propósito y un objetivo y ahora hemos terminado con ello. Queremos que el Estado y las fuerzas de seguridad se hagan cargo”.

    El mundo aturdido

    El ritmo de los acontecimientos dejó atónitas a las capitales del mundo y provocó un aluvión de celebraciones de la diáspora siria. En Sídney, la gente desfiló en automóviles mientras ondeaban banderas sirias, bailaron en las calles y lanzaron fuegos artificiales.

    También suscitó preocupación por una mayor inestabilidad regional, además de la guerra de Gaza, los ataques de Israel contra Líbano y las tensiones entre Israel e Irán.

    Israel ha trasladado tanques a la zona desmilitarizada de separación con Siria para evitar que la agitación se extienda a ese país, pero afirma que su intención es mantenerse al margen del conflicto en el que está sumido su vecino.

    El ejército israelí publicó el lunes fotos de sus fuerzas en la zona siria del monte Hermón, en la frontera con Líbano y cerca de los Altos del Golán ocupados por Israel.

    El Comando Central de Estados Unidos afirmó que sus fuerzas llevaron a cabo el domingo docenas de ataques aéreos contra conocidos campamentos y operativos de Estado Islámico en el centro de Siria.

    El secretario de Defensa, Lloyd Austin, dijo el domingo que había hablado con el ministro de Defensa Nacional turco, Yasar Guler, subrayando la importancia de proteger a los civiles y que Estados Unidos está vigilando de cerca.

    Durante la guerra civil de Siria, que estalló en 2011 como un levantamiento contra Asad, sus fuerzas y sus aliados rusos bombardearon ciudades hasta convertirlas en escombros. La crisis de refugiados en todo Oriente Próximo fue una de las mayores de los tiempos modernos y provocó un ajuste de cuentas político en Europa cuando llegó un millón de personas en 2015.

    En los últimos años, Turquía había respaldado a algunos rebeldes en un pequeño reducto en el noroeste y a lo largo de su frontera. Estados Unidos, que tiene unos 900 soldados en Siria, respaldó una alianza liderada por kurdos que luchó contra los yihadistas de Estado Islámico entre 2014 y 2017.

    (Información de Maya Gebeily y Timour Azhari en Damasco, Suleiman al-Khalidi en Amán, Maayan Lubell en Jerusalén, Tom Perry y Laila Bassam en Beirut, Jaidaa Taha y Adam Makary en El Cairo y Clauda Tanios, Nadine Awadallah y Tala Ramadan en Dubái; escrito por Phil Stewart y Patricia Zengerle; edición de Lincoln Feast y Michael Perry; editado en español por Ricardo Figueroa y Benjamín Mejías Valencia)//Reuters

    spot_img

    Ultimas Noticias