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Descubren «células zombis» que crecen en el cerebro después de morir

Éxito Noticias, 26 de marzo 2021.- Científicos de la Universidad de Illinois Chicago (UIC), Estados Unidos, señaló que el cerebro humano no muere completamente como imaginamos. Según la investigación, las células “zombies” se desarrollan hasta el punto de crear una especie de tentáculos después de muerte.

Lo sé, suena extraño, pero es Ciência! La muerte que conocemos proviene de creencias humanas, muchas de las cuales incluso apuntan a una nueva vida fuera del camino físico. Sin embargo, la vida que los científicos descubrieron no tiene nada que ver con ella, es solo otra novedad de cuerpo humano, más concretamente de un órgano que aún es muy poco conocido.

Imagen 3D del cerebro humano
Los científicos descubren células zombies en el cerebro humano. Imagen: Olhar Digital
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A buscar se hizo cuando el equipo de la UIC simuló un entorno post mórtem en tejido cerebral extraído de una cirugía de rutina. Analizando la expresión genética del tejido, se puede observar que las células gliales, un tipo específico de célula que forma parte de nuestro sistema nervioso, crecieron en proporciones absurdas. El equipo también señaló que esto célula Le tomó aproximadamente 12 horas después de la muerte alcanzar su tamaño máximo y, en este escenario, había desarrollado tentáculos que parecen una especie de “brazos”.

Jeffrey Loeb, autor del estudio y jefe de neurología de la Facultad de Medicina de la UIC, dijo que las células gliales que se expanden después de la muerte no sorprendieron a los científicos, pero que las implicaciones del descubrimiento eran importantes.

El equipo responsable de la investigación publicada en la revista Informes científicos Dijo que a partir de ahora, los científicos deben pensar en los cambios genéticos y celulares al realizar estudios post mortem en el cerebro. Y con el descubrimiento reciente, es posible tener una idea de qué genes y tipos de células en el cerebro se degradan, permanecen estables o incluso continúan desarrollándose. Para el equipo de la UIC, el estudio abre la puerta a las investigaciones de neurocientíficos.