Éxito Noticias, 10 de diciembre 2019.- Lo único que María Elena Ríos Ortiz pide es justicia. Hace 90 días, la vida de esta talentosa saxofonista mixteca, de 26 años, se fracturó cuando, estando en su casa en la ciudad de Huajuapan de León, un hombre le roció ácido en el cuerpo. Se trata del primer ataque de este tipo documentado en Oaxaca y el cuarto en México.
Desde aquel 11 de setiembre, el mundo de María Elena está contenido en las paredes blancas del Hospital Civil Aurelio Valdivieso, en Oaxaca. Ahí ha sido sometida a diversas intervenciones quirúrgicas, pues el ataque le dejó graves secuelas en varias partes del cuerpo.
Antes del ataque, María Elena dedicaba su vida a la música. Es egresada del Conservatorio de Puebla y participante en el Primer Encuentro de Directores de Bandas de Oaxaca del 2019. Ese fue el último evento al que asistió antes del atentado.
María Elena está segura de quién es el autor intelectual de su ataque. Se trata de un poderoso empresario y exdiputado mexicano, quien formó parte de su vida en otro tiempo y quien la ha amenazado de muerte tras los hechos. Todo eso se le ha dicho a la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), pero a tres meses, nadie ha sido detenido.
“A pesar de que hay pruebas suficientes en poder de las autoridades que vinculan al autor intelectual con la persona que cometió la agresión”, lamentan familiares de la joven.
La desesperación de su familia es tanta que, cuando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, visitó Huajuapan, acudieron ante él para pedirle ayuda.
Aunque el ataque a la saxofonista es el único perpetrado con ácido en el estado de Oaxaca, las cifras de violencia de género indican que su historia se repite. De finales del 2016 a la fecha, organizaciones civiles contabilizan 370 mujeres asesinadas y otras mil 754 agredidas. La fiscalía de Oaxaca no dio su postura sobre el caso.