Éxito Noticias, 29 de abril 2025.- La Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype) expresó su rechazo al incremento salarial anunciado por el Gobierno, que contempla un aumento del 10% al salario mínimo nacional y de hasta un 5% al haber básico en ciertos sectores. En una entrevista con radio Éxito, el presidente de Conamype, Mario Montoya, calificó esta medida como “populista” y advirtió sobre las consecuencias negativas que, según su opinión, traerá para la economía boliviana.
Montoya argumentó que el aumento salarial no solo es inapropiado en el contexto económico actual, sino que podría agravar la crisis que atraviesan las micro y pequeñas empresas en el país.
“Bueno, nosotros rechazamos contundentemente cualquier incremento salarial. Todos los años se ha ido dando un incremento, el año pasado igualmente se ha rechazado, pero es curioso que este año, donde la situación económica que está pasando nuestro país es lamentable, tenemos una crisis evidente que no podemos tapar, se hace un incremento salaria del 10% que no se ha realizado (…) ni cuando no teníamos crisis, cuando teníamos combustible, cuando el dólar estaba estable”, lamentó el dirigente empresarial.
El presidente de Conamype destacó que la medida no garantiza la estabilidad laboral ni la supervivencia de las unidades productivas, muchas de las cuales enfrentan dificultades económicas debido a la inflación, la falta de divisas y la escasez de combustibles. Según Montoya, las microempresas se verán obligadas a reducir su personal o incluso a cerrar sus puertas.
“En esta época de crisis creemos que esta medida ha sido muy populista, el Gobierno no sé de qué manera (su decisión) va a ayudar en la economía, nosotros vemos que va a haber inflación, van a haber despidos. Muchas de nuestras unidades productivas, van a verse obligadas a bajar la planilla o en todo caso a cerrar sus unidades productivas y por tanto, se va a aumentar el desempleo nacional y con esta medida que el Gobierno ha tomado conjuntamente de la COB, no se ha visto garantizar la estabilidad laboral, no se está viendo garantizar la subsistencia de las unidades productivas”, señaló.
Montoya también cuestionó la efectividad del aumento en términos de beneficio real para los trabajadores, señalando que la medida no garantiza la estabilidad económica ni la subsistencia de las pequeñas empresas. En su opinión, la medida adoptada por el Gobierno en conjunto con la Central Obrera Boliviana (COB) podría generar una mayor informalidad en el mercado laboral y aumentar las cifras de desocupación.
“Los beneficiarios son un porcentaje mínimo, ni el 15% va a llegar a consolidarse con este aumento. Estamos en el 80% de informalidad, entonces yo creo que estamos obligando a las unidades productivas a justificar un despido, yo creo que desde el 1 de mayo, se van aumentar las cifras de desocupados en nuestro país”, agregó.
El rechazo de Conamype se suma al descontento de varios sectores empresariales que consideran que el aumento salarial podría generar efectos contraproducentes, como el aumento de la inflación y la disminución de la competitividad de las empresas bolivianas. A pesar de las críticas, el gobierno boliviano ha defendido el incremento como una medida necesaria para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores en medio de un contexto inflacionario.