Éxito Noticias, 28 de enero 2025.- El gobernador de la provincia de Salta, Argentina, Gustavo Sáenz, ratificó la construcción del cerco en la frontera argentina con Bolivia: “Acá no hay una cuestión política, sino un claro objetivo, que es combatir el narcotráfico”.
“Nosotros lanzamos el Plan Güemes y sabíamos que iba a haber cuestiones que íbamos a tener que mejorar”. En ese sentido, el dirigente señaló la necesidad de reordenar el ingreso a Aguas Blancas, “para que todos aquellos que llegaban a la terminal de colectivos pasaran por migraciones, como corresponde”, destacó Sáenz en comunicación con el canal A24.
El Plan Güemes fue presentado en diciembre pasado por la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich. Su objetivo es el combate contra el narcotráfico, el contrabando y la trata de personas en la frontera norte, a través del control y las capacidades de análisis criminal.
Además del despliegue de fuerzas federales y la estrategia de abordaje entre estas, fuerzas provinciales y el Poder Judicial, el plan también implica el fortalecimiento de la vigilancia en pasos limítrofes. “En puntos como Aguas Blancas, se implementarán controles más rigurosos para prevenir actividades ilícitas y mejorar la seguridad de los habitantes”, destacaron en un comunicado desde el Ministerio de Seguridad argentino.
Según detalló el gobierno salteño, el cerco tendrá una extensión de 200 metros, desde la terminal de colectivos hasta la Oficina de Migraciones. También contará con tres puertas de acceso para el uso de fuerzas de seguridad, con un plazo de 60 días corridos. Y en su parte superior tendrá tres hilos de alambre de púas.
Sáenz diferenció el proyecto de la construcción de un muro entre Estados Unidos y México: “Lo que plantearon en Estados Unidos es una cuestión migratoria y nosotros acá queremos saber quiénes pasan y quiénes vuelven. Acá hablamos de combatir el contrabando y sobre todas las cosas el narcotráfico”.
En la misma sintonía se expresó Virginia Cornejo, directora nacional de Vigilancia y Control de Frontera, que informó que Argentina pone hasta cinco funcionarios en los controles migratorios, para que el proceso sea ágil y rápido. Sin embargo, denunció que “Bolivia pone uno en horarios más cortos y no logramos que los amplíen. Y estos son los temas que tenemos que debatir con ellos, que lo estamos haciendo, pero que tienen una respuesta casi nula”.
“Lo que se va a lograr es un orden, que quienes pasen por el paso habilitado lo hagan del modo que se debe hacer. Esto va a alivianar un poco y poner un poco de orden al municipio de Aguas Blancas”, agregó la directora.
De igual forma, el intendente de la ciudad salteña de Orán, Baltasar Lara Gros, indicó que “uno de los grandes problemas” son los cuellos de botella que se generan en la frontera. Y marcó que el país vecino no agregó mayor infraestructura y personal para dichos controles migratorios.
“La realidad es que poco ha colaborado el país vecino en todo lo que tiene que ver con esta lucha contra el narcotráfico, no han habido grandes colaboraciones”, sentenció.
Por su parte, Sáenz se mostró sorprendido por la reacción del gobierno boliviano. Y argumentó: “Nos sorprendía muchísimo cuando el gobierno de Bolivia nos pedía explicaciones; nosotros no tenemos que explicar nada de lo que hacemos en nuestra casa, como tampoco le pedimos a Bolivia que nos explique qué hacen ellos en su casa”.


