Éxito Noticias, 10 de diciembre 2025.- El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Ernesto Justiniano, denunció este miércoles que dos patrullas policiales fueron emboscadas y retenidas durante aproximadamente dos horas en Villa Tunari, departamento de Cochabamba, en momentos en que personal de Umopar ejecutaba un operativo para destruir fábricas móviles de cocaína. La autoridad aseguró que el ataque fue “organizado y financiado”, y no una reacción espontánea de comunarios.
Según explicó en conferencia de prensa, unidades policiales intervinieron de madrugada en el sindicato Nuevo Aroma, donde se localizaron y destruyeron diez fábricas móviles dedicadas a la producción de pasta base. En el lugar también se hallaron precursores químicos, equipos industriales y materiales utilizados para la elaboración de droga, además de vehículos y motocicletas que fueron secuestrados. El operativo derivó en la aprehensión de siete personas.
Justiniano afirmó que uno de los detenidos coordinó la emboscada y movilizó a pobladores mediante pagos en efectivo. Presentó como evidencia mensajes de WhatsApp en los cuales el sospechoso ofrecía dinero para bloquear caminos, atacar a los efectivos y evitar la destrucción de los laboratorios. También se difundió un audio atribuido al organizador, quien solicitaba apoyo para “proteger” una “fábrica de cocaína”.
El viceministro subrayó que el ataque tuvo la intención de impedir la acción policial y calificó el hecho como una acción directa del crimen organizado. Durante la agresión, los uniformados fueron golpeados con piedras, petardos, machetes y otros objetos contundentes, lo que dejó tres policías heridos y daños en tres vehículos oficiales.
Ante el cerco y los bloqueos con troncos y piedras, las fuerzas antidrogas utilizaron agentes químicos para retirar a los heridos, evitar una escalada violenta y continuar con la misión, indicó Justiniano, quien aseguró que se actuó bajo los protocolos de uso proporcional de la fuerza y respeto a los derechos humanos.
La autoridad insistió en diferenciar a las comunidades campesinas de los grupos criminales que se aprovechan de ellas. “Una cosa es la comunidad que trabaja la tierra; otra muy distinta son las estructuras que compran voluntades para defender laboratorios de droga”, manifestó. En ese sentido, reiteró que el Gobierno no permitirá que organizaciones vinculadas al narcotráfico utilicen a familias rurales como “escudo humano”.
Justiniano afirmó que el Estado respaldará a los policías que fueron agredidos y advirtió que no habrá “zonas liberadas” ni impunidad contra quienes ataquen a la fuerza pública. Añadió que todas las evidencias, incluidos audios, mensajes y videos, serán entregadas al Ministerio Público como parte de la cadena de custodia.
“Cada fábrica destruida es menos violencia y más futuro para las comunidades que viven del trabajo y no de la droga”, concluyó el viceministro antes de presentar las imágenes y documentos técnicos del operativo.
