Éxito Noticias, 9 de diciembre 2025.- Un subteniente de la Policía Boliviana fue aprehendido este martes en Cochabamba por el presunto delito de homicidio, tras los violentos enfrentamientos ocurridos en el botadero de Cotapachi, municipio de Colcapirhua. El operativo de desbloqueo derivó en la muerte de dos personas y dejó al menos 16 heridos, entre ellos varios uniformados. El oficial de 28 años, integrante del equipo Delta, admitió haber utilizado su arma de fuego en medio de una emboscada de comunarios, aunque aseguró que lo hizo en defensa propia y de sus camaradas.
Según el fiscal departamental Oswaldo Tejerina, el policía no estaba autorizado a portar su arma de reglamento durante la intervención. El subteniente declaró que disparó al piso como medida de prevención, en un momento en el que se encontraba rodeado y herido por un disparo de escopeta. “La persona arrestada señala el uso de arma de fuego y tiene 18 esquirlas en diferentes partes del cuerpo”, detalló Tejerina, quien adelantó que la imputación formal será presentada en las próximas horas.
El enfrentamiento se originó por un conflicto de límites entre los municipios de Colcapirhua y Quillacollo, que derivó en el bloqueo del acceso al botadero de Cotapachi. La Policía denunció que sus efectivos fueron emboscados y amenazados con ser quemados vivos, lo que habría motivado la reacción del subteniente. La violencia dejó como saldo dos fallecidos, 16 heridos, ocho aprehendidos y un arrestado, además de una profunda tensión en la zona.
La comisión de fiscales abrió tres investigaciones paralelas: una por la muerte de las dos personas, otra por instigación pública a delinquir y una tercera por lesiones graves y leves. Durante la inspección realizada este martes, los peritos recolectaron vainas de proyectil calibre 9 mm, vainas de escopeta, manchas de sangre y otros indicios materiales que serán analizados para esclarecer responsabilidades.
El fiscal Tejerina pidió a las autoridades municipales de Colcapirhua y Quillacollo pacificar la zona y sentarse a dialogar para evitar nuevos episodios de violencia. Mientras tanto, el subteniente permanece internado en un centro de salud bajo custodia policial, a la espera de la imputación formal que definirá su situación jurídica en uno de los casos más delicados que enfrenta la Policía Boliviana en los últimos meses.
