Éxito Noticias, 28 de junio 2024.- Este jueves, tras cuatro meses de intensa búsqueda, fueron capturados en Tarija dos prófugos implicados en el asesinato de Fidel Yupanqui Vilca. El cadáver de Yupanqui fue hallado enterrado bajo las escaleras de su casa en El Alto a fines de 2023. Los responsables del crimen habían fingido que la víctima había vendido su propiedad y se había ido de viaje.
El 16 de febrero, durante un allanamiento, fue descubierto el cuerpo de Yupanqui. Edgar Saico Tintaya, quien se hacía pasar por uno de los nuevos dueños de la casa, ya había sido sentenciado. Sin embargo, la búsqueda de Ramiro Rolando Sarzuri Mamani y María Cecilia Gonzáles Flores continuaba hasta ahora.
El comandante departamental de la Policía, Gregorio Illanes, informó que el operativo de captura se realizó en coordinación con uniformados y fiscales de El Alto. El Centro Especial de Investigación Policial (CEIP) determinó que Sarzuri y Gonzáles primero huyeron a Santa Cruz y luego se trasladaron a Tarija.
Al promediar las 13:00, se allanó un domicilio en el barrio Jesús María. Gonzáles fue encontrada en un vehículo estacionado afuera, acompañada de su hijo menor de edad. Sarzuri fue capturado a las 13:55 en la calle Domingo Paz y Colón.
Illanes indicó que ambos detenidos fueron llevados a dependencias de Bomberos, a la espera de los trámites para su traslado a La Paz, donde enfrentarán su proceso. El viaje será coordinado vía aérea con tres escoltas.
Illanes detalló que Sarzuri, un abogado con bufete en El Alto cerca del cruce Viacha, también era notario y oficial de registro civil. Este formaba parte de una organización criminal que buscaba personas solas y propietarias de inmuebles para estafarlas. Así, Sarzuri presentó a Efraín Calle y Edgar Saico como mineros interesados en comprar la casa de Yupanqui.
Yupanqui, vecino de la zona 16 de Julio, había manifestado su intención de vender su domicilio desde octubre. En diciembre, durante una visita de los supuestos interesados, fue ahorcado en la terraza del tercer piso y su cuerpo fue enterrado bajo las gradas.
El 2 de enero, María Yupanqui, hija de la víctima, recibió una llamada de su tía informándole que no podían localizar a Fidel desde el 30 de diciembre. En la casa, encontraron a Efraín Saico, quien afirmó haber comprado la propiedad por 200 mil dólares, con otro monto igual pendiente de pago.
Días después, el supuesto abogado llamó a la familia para decir que Yupanqui se había ido de viaje y pidió que “no molestaran” al nuevo dueño. María no le creyó y denunció el caso. Inicialmente, se investigó como trata y tráfico, pero se cambió a asesinato cuando, durante el allanamiento, perros especializados encontraron el cuerpo enterrado bajo una capa de cemento.