Éxito Noticias, 23 de noviembre 2024.- ¿Cómo se comportan virus y bacterias?, ¿cómo podemos controlarlos? Las respuestas a estas interrogantes las conocemos hace ya bastante tiempo gracias a la vigilancia genómica, un proceso de seguimiento constante de los patógenos y de análisis de sus similitudes y diferencias genéticas que se inició en torno al COVID-19.
Precisamente, la pandemia del nuevo coronavirus reveló la urgencia de crear un marco global para reforzar la vigilancia genómica y un sistema integral que incluya conocimientos, prevención y enfoques integrados entre la salud humana, animal y ambiental. Este enfoque, conocido como “Una sola salud”, se propone como un modelo transformador para avanzar en la mejora de la salud global.
Las lecciones aprendidas ayudaron a tomar conciencia de que un desequilibrio entre humanos, animales y el medio ambiente puede generar riesgos para la salud pública, y que para abordar los problemas de salud se deben considerar aspectos médicos, culturales, sociales, ecológicos, económicos e incluso políticos.
A este respecto, la directora del Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (INLASA), Evelin Fortún Fernández, señaló que esta estrategia fomenta la noción de que para hacer frente adecuadamente a las amenazas sanitarias y promover el bienestar general, es esencial abordar estas áreas interrelacionadas a través de esfuerzos conjuntos.
Asimismo, destacó que la vigilancia genómica y la bioinformática desempeñan un papel fundamental en el enfoque “Una sola salud” al proporcionar herramientas y metodologías avanzadas para comprender, monitorear y abordar las complejas interconexiones entre la salud humana, animal y ambiental. También dijo que la vigilancia genómica permitirá el rastreo de la propagación de enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas infecciones que se transmiten entre personas y animales.
Dada la estrecha interacción entre hombres y animales, así como el incremento de la actividad comercial y el desplazamiento de personas, animales, sus productos y subproductos, resulta fundamental prestarles mayor atención a estas infecciones para comprender su evolución e identificar posibles reservorios de infección, lo que permitirá la detección temprana de brotes o patógenos en niveles muy bajos, antes de que aparezcan los síntomas clínicos en cualquier población o zona afectada.
La directora del INLASA destacó que los mecanismos de prevención y promoción de la salud basados en el enfoque “Una sola salud” facilitarán la identificación de los factores genéticos que inciden en la resistencia a las enfermedades. Asimismo, la investigación sobre el genotipo y el medio ambiente ayudará a esclarecer cómo estos factores genéticos afectan las respuestas a las exposiciones ambientales, como los contaminantes, la dieta y el cambio climático, lo cual resulta fundamental para el cuidado de la salud de los bolivianos.