Éxito Noticias, 1 de octubre 2024.- La declaración de “desastre nacional” por parte del presidente Luis Arce, anunciada este lunes, destaca la grave situación de los incendios forestales en Bolivia, que ha alcanzado niveles estructurales en los últimos cinco años. La Fundación Tierra ha alertado que, en promedio, cuatro millones de hectáreas se ven afectadas anualmente por el fuego.
El geógrafo Efraín Tinta, investigador de la Fundación Tierra, señaló que 2019 fue un año crítico, con 5,2 millones de hectáreas quemadas, principalmente en las regiones orientales de Santa Cruz y en la amazónica Beni. Aunque en 2023 se reportaron 3,3 millones de hectáreas afectadas, este año las cifras han superado los registros previos, alcanzando 6,9 millones de hectáreas a nivel nacional, según los últimos datos oficiales del gobierno.
La Gobernación de Santa Cruz también informó que, solo en esa región, los incendios han devastado más de siete millones de hectáreas, lo que la convierte en el “mayor desastre ambiental” en la historia del departamento. A pesar de la declaración de emergencia nacional a principios de septiembre, Tinta considera que la respuesta del Estado ha sido lenta ante la magnitud de la crisis.
Varios factores han contribuido a esta situación. Tinta apunta al cambio en el uso del suelo, impulsado por políticas de desarrollo del Gobierno y la expansión de la frontera agrícola, así como a la invasión de tierras fiscales por grupos que han obtenido autorizaciones para realizar quemas controladas sin tener títulos agrarios. Este tipo de prácticas ha llevado a que lo que comienza como un “chaqueo” se convierta en incendios forestales incontrolables, afectando territorios indígenas y áreas protegidas.
El cambio climático también ha jugado un papel importante, con un aumento de las temperaturas en Santa Cruz relacionado con la deforestación. Tinta enfatiza la necesidad de replantear las estrategias para abordar esta problemática estructural, sugiriendo que es crucial realizar una evaluación exhaustiva de los daños y identificar las áreas más vulnerables a los incendios para desarrollar planes de recuperación adecuados.
//Con información de EFE