Éxito Noticias, 18 de septiembre 2025.- El avance del sicariato vinculado al narcotráfico preocupa al Gobierno. Según el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, esta modalidad criminal ya se ha asentado en tres regiones del país: Entre Ríos (Cochabamba), Beni y Santa Cruz, donde se repiten patrones de violencia extrema ligados a ajustes de cuentas, extorsiones y secuestros.
La autoridad explicó que los asesinatos no son hechos aislados, sino parte de una estructura criminal con métodos definidos. En Santa Cruz, por ejemplo, se trata de homicidios premeditados que responden a disputas por el control de mercados ilícitos, sanciones a quienes incumplen con entregas de droga o de dinero y, en muchos casos, mecanismos de disciplina interna para mantener el control en estas organizaciones.
“Las víctimas suelen ser personas con antecedentes en narcotráfico, que formaron parte de estas redes y que, al fallar en sus obligaciones, son eliminadas”, afirmó Aguilera, quien recordó que uno de los últimos ejecutados tenía hasta 52 procesos penales, pero estaba en libertad.
El viceministro también identificó a Entre Ríos, en el Chapare, como un punto sensible donde los crímenes responden principalmente a extorsiones y secuestros, mientras que en Beni se evidencian prácticas similares.
Aguilera enfatizó que el combate al sicariato debe ir más allá de las capturas inmediatas ya que se requiere inteligencia policial, investigación financiera y un sistema judicial eficiente que impida que delincuentes con amplio prontuario continúen operando desde las calles. “Las economías ilícitas no solo sostienen a estas organizaciones, también fomentan la corrupción”, advirtió.
Para el Gobierno, la lucha contra el narcotráfico y el sicariato es también un desafío institucional, pues de no enfrentarse de manera integral, el fenómeno podría seguir expandiéndose y normalizando la violencia en distintos puntos del país.